Siempre me pregunte cual es ese 'algo' que Garza Lobos me transmite, y me hace pensar y darme cuenta de que (a mi criterio) es una de las pocas firmas que aportan nuevas visiones y estructuras a lo que dicta la moda argentina. Esta colección fue muy particular: Tomando el abrigo como emblema de invierno, fue usado como si fuera un vestido, lo que me gusto mucho. Y no solo eso, sino también tuvo distintas versiones, variando tanto en los colores, dimensiones y los detalles. Las transparencias y los prints rompieron con los aires sofisticados que las prendas emanaban, tratándose de sedas naturales. Otro factor, el cual fue suspiro de todos, fueron las botas de la mano de Lorena Pafundi para Rudbeckia, también acompañas de prints o también lisas y negras para mantener la neutralidad.
1 comentario:
Me encanta.
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